¡Ya estoy de vuelta de las vacaciones!! ¿Que bien verdad? Pues no, porque ahora toca exámenes. Al margen de mi vida personal, hoy os traigo algo muy interesante, un arco argumental de Iron Man galardonada con un premio Eagle en 1980. ¿Cómo, que no sabéis de que os hablo? Pues os hablo de "El demonio en una botella". En este arco de nueve números, Iron Man no sólo se enfrenta a los típicos villanos, si no también a un enemigo mucho más poderoso y vulgar: su alcoholismo.
Todo comienza con nuestro playboy favorito a bordo de un avión de pasajeros tomando su cuarto Martini durante el trayecto. ¿Cuál es el motivo para que un hombre que lo tiene todo esté tan ebrio? No es otro que S.H.I.E.L.D.. Sí señores, nuestra agencia de inteligencia y espionaje ha estado comprando en secreto acciones de la Stark International para hacerse con el control de la empresa. Y eso, a Tony Stark, no le ha sentado nada pero que nada bien, así que una copa más. Y mientras está quejándose de todo, un tanque aparece volando de la nada y destroza un ala del avión. Y como no, Iron Man salva la situación y ameriza el avión.
Pero no acaba aquí la cosa, la Marina estadounidense se presenta y pone a salvo a los náufragos. Resulta que tienen una isla cercana donde vierten residuos radiactivos y un viejo ermitaño y el príncipe de Atlantis: Namor, les están dando problemas. Nuestro héroe decide ayudarles, aunque sea dándose de hostias con el hombre submarino. Durante el combate, las esclusas del casco de Iron Man se abren bajo el agua misteriosamente. Bueno, no tan misteriosamente ya que un tal Sr. Hammer puede controlar la armadura del vengador dorado a distancia.
Namor, tras salvar la vida de Iron Man, le cuenta que la historia de los vertidos es mentira y que los militares acaban de aparecer en la isla. Mientras tanto, James Rhodes y Beth Cabe son capturados por los militares o, mejor dicho, por una empresa petrolera que se hace pasar por militares de la Marina para hacerse con el vibranium de la isla. Iron Man y Namor se alían para hacer frente a estos tipos; sin embargo, no consiguen impedir que la isla vuele por los aires.
De vuelta a las oficinas de Stark International la armadura le vuelve a fallar, intenta arreglarla pero se da cuenta de que no falla nada y ahoga su frustración con una copa. En la siguiente escena le vemos en un casino con Beth, charlando sobre lo duro que son los negocios mientras abre una botella de champán. En este arco si Tony no lleva la armadura está bebiendo, qué cosas. Segundos mas tarde aparecen tres villanos de pacotilla: Ventisca, Fundidor y Látigo Negro. Por suerte, Tony lleva consigo su armadura portátil y le da una buena tunda a estos tipos con la ayuda de una sexy Beth. Y llega lo que todos esperábamos desde que aparece Beth en este arco, que se enrollen. Aunque la noche que no fue del todo bien ya que a la mañana siguiente vemos a Tony disculpándose y echándole las culpas al alcohol. (Esta es una de las razones por la que no es bueno beber en exceso ;) )
En sus oficinas de S.I., Tony (con una copa en la mano, por supuesto, y ya van...) recibe a un funcionario que quiere que asista a una ceremonia en las Naciones Unidas. Allí, mientras un embajador superfan de Iron Man da su charla recibe un rayo repulsor del pecho del vengador dorado. ¡Iron Man se ha cargado a un embajador! ¡No puede ser! ¡No puede ser! La policía aparece y le obliga a entregarle su armadura, ¡pero si es Iron Man!
Tony se dirige a la mansión de los Vengadores para que el Hombre Hormiga le ayude a encontrar el problema de la armadura. Según él, el responsable está en Mónaco. Tony y Rhodey se dirigen hacia allí y son sorprendidos por un puñado de soldados que lo escoltan hasta la fortaleza Hammer. Pero, como no podría ser de otra forma, Tony descubre el ordenador que hace que falle su armadura y lo destruye. Ahora, nuestro querido héroe ya está 100% operativo y termina de limpiar la fortaleza de soldados.
De regreso a casa, Tony se encuentra con una niña que le dice que le da miedo por a ver matado a "aquel gordo y simpático señor" por la tele. Ya en su casa ahoga sus problemas en la bebida y en mujeres. Jarvis, el mayordomo, le echa una reprimenda por su actitud y dimite. Ante la ausencia de su, siempre querido mayordomo, Tony se da cuenta de que el problema de todo es él mismo. No S.H.I.E.L.D., no los villanos, no H.A.M.M.E.R., él mismo y el intento de evitar los problemas ahogándose en el alcohol.
En este arco, vemos la peor etapa de Anthony Stark. Un Tony enfrentándose por todas partes, tanto como presidente de una empresa a aquellos que quieren comprarlo, como a los villanos de Iron Man. Porque recordemos que hay dos hombres en uno. El multimillonario y mujeriego Tony Stark y el héroe vengador Iron Man. Hundido a más no poder (mirad por ejemplo la foto de arriba, la cara que tiene, parece un vagabundo) su único recurso es beber, y beber, y beber.
Ante esta perspectiva uno puede hacer dos cosas: seguir tocando fondo o solucionar los problemas de una vez. Por suerte, ésta última es la que elige Tony. Decide dejar la bebida, sufre un fuerte síndrome de abstinencia y, gracias a la ayuda de Beth, nuestro héroe recupera el control de su vida. Y deja a sus demonios personales encerrados en una botella de ron.
Namor, tras salvar la vida de Iron Man, le cuenta que la historia de los vertidos es mentira y que los militares acaban de aparecer en la isla. Mientras tanto, James Rhodes y Beth Cabe son capturados por los militares o, mejor dicho, por una empresa petrolera que se hace pasar por militares de la Marina para hacerse con el vibranium de la isla. Iron Man y Namor se alían para hacer frente a estos tipos; sin embargo, no consiguen impedir que la isla vuele por los aires.
De vuelta a las oficinas de Stark International la armadura le vuelve a fallar, intenta arreglarla pero se da cuenta de que no falla nada y ahoga su frustración con una copa. En la siguiente escena le vemos en un casino con Beth, charlando sobre lo duro que son los negocios mientras abre una botella de champán. En este arco si Tony no lleva la armadura está bebiendo, qué cosas. Segundos mas tarde aparecen tres villanos de pacotilla: Ventisca, Fundidor y Látigo Negro. Por suerte, Tony lleva consigo su armadura portátil y le da una buena tunda a estos tipos con la ayuda de una sexy Beth. Y llega lo que todos esperábamos desde que aparece Beth en este arco, que se enrollen. Aunque la noche que no fue del todo bien ya que a la mañana siguiente vemos a Tony disculpándose y echándole las culpas al alcohol. (Esta es una de las razones por la que no es bueno beber en exceso ;) )
En sus oficinas de S.I., Tony (con una copa en la mano, por supuesto, y ya van...) recibe a un funcionario que quiere que asista a una ceremonia en las Naciones Unidas. Allí, mientras un embajador superfan de Iron Man da su charla recibe un rayo repulsor del pecho del vengador dorado. ¡Iron Man se ha cargado a un embajador! ¡No puede ser! ¡No puede ser! La policía aparece y le obliga a entregarle su armadura, ¡pero si es Iron Man!
Tony se dirige a la mansión de los Vengadores para que el Hombre Hormiga le ayude a encontrar el problema de la armadura. Según él, el responsable está en Mónaco. Tony y Rhodey se dirigen hacia allí y son sorprendidos por un puñado de soldados que lo escoltan hasta la fortaleza Hammer. Pero, como no podría ser de otra forma, Tony descubre el ordenador que hace que falle su armadura y lo destruye. Ahora, nuestro querido héroe ya está 100% operativo y termina de limpiar la fortaleza de soldados.
De regreso a casa, Tony se encuentra con una niña que le dice que le da miedo por a ver matado a "aquel gordo y simpático señor" por la tele. Ya en su casa ahoga sus problemas en la bebida y en mujeres. Jarvis, el mayordomo, le echa una reprimenda por su actitud y dimite. Ante la ausencia de su, siempre querido mayordomo, Tony se da cuenta de que el problema de todo es él mismo. No S.H.I.E.L.D., no los villanos, no H.A.M.M.E.R., él mismo y el intento de evitar los problemas ahogándose en el alcohol.
En este arco, vemos la peor etapa de Anthony Stark. Un Tony enfrentándose por todas partes, tanto como presidente de una empresa a aquellos que quieren comprarlo, como a los villanos de Iron Man. Porque recordemos que hay dos hombres en uno. El multimillonario y mujeriego Tony Stark y el héroe vengador Iron Man. Hundido a más no poder (mirad por ejemplo la foto de arriba, la cara que tiene, parece un vagabundo) su único recurso es beber, y beber, y beber.
Ante esta perspectiva uno puede hacer dos cosas: seguir tocando fondo o solucionar los problemas de una vez. Por suerte, ésta última es la que elige Tony. Decide dejar la bebida, sufre un fuerte síndrome de abstinencia y, gracias a la ayuda de Beth, nuestro héroe recupera el control de su vida. Y deja a sus demonios personales encerrados en una botella de ron.
Por lo visto Mr. Stark y Mr. Pym comparten algo más que "camiseta". Parece el vestuario de un equipo de Primera con tantos líos de "vida disipada".
ResponderEliminarGran entrada Atlos!!